En 1.919, una goleta en Maine recibe por nombre Carroll A. Deering, en honor al hijo del propietario, sin saber que años después sería más que una embarcación ostentosa, una lúgubre leyenda.

El 22 de Agosto de 1.920, la goleta zarpó desde Virginia hacia Río de Janeiro, con un cargamento de carbón y una tripulación de 12 personas, entre ellos el capitán Willian Merrit y su hijo como primer oficial. A los pocos días de partir el oficial a mando enfermó por lo que el Deering atracó en el puerto de Lewes en Delaware donde Merrit y su hijo se quedaron, siendo sustituidos por Willis Wormell como capitán quien era un marinero retirado de 66 años y Charles McLellan quien ocupó el cargo de primer oficial. El 8 de septiembre la embarcación reanudó su rumbo.

Días después llegaron a Río, en donde luego de descargar el carbón Wormell autorizó a los marineros a recorrer el lugar, partiendo de regreso a Portland-Maine el 22 de diciembre de 1.920. Durante todo el recorrido no hubo ningún inconveniente, fue un viaje tranquilo con un poco de tensión entre los marineros y nada más. En enero de 1.921 el buque hizo escala en la isla de Barbados para abastecerse de víveres, lugar en el que McLellan fue apresado por desorden público en estado de embriaguez mientras difamaba al capitán en una taberna. El 9 de Enero Wormell acudió a la cárcel para concretar la liberación de su primer oficial y seguir el camino a casa.

Veinte días después el farero del cabo Lookout en Carolina del Norte avizoró la goleta en buenas condiciones, afirma que uno de los marineros le pidió ayuda al ser rehenes de piratas, aunque él no pudo remitir el mensaje a nadie que pudiera ayudarles. Sin embargo el farero menciona que nunca vio a Wormell pero sí a la tripulación desocupada en la cubierta lo cual no estaba permitido. Pasados dos días el Deering apareció en las costas de Diamond Shoals, donde solían llegar barcos náufragos, pero el mal tiempo no permitió que las autoridades se acercaran inmediatamente, logrando abordarlo el 4 de Febrero para encontrar la nave completamente vacía y sin rastros de la tripulación.

Al iniciar las investigaciones no encontraron la bitácora, ni los botes de emergencia así como tampoco las pertenencias de los marinos. Sin embargo hallaron comida tibia, café sobre la estufa, y la ruta en donde se leía la letra de Wormel hasta el 23 de enero en donde los apuntes aparecen registrados con letra de otra persona. Los guardacostas intentaron remolcar la embarcación, al no poder decidieron detonarla el 4 de marzo para que no obstaculizara el tránsito marítimo.

En abril se halló una nota de auxilio en una botella, diciendo que no podían escapar. La misma carecía de firma por lo que se supuso que era falsa. A pesar de las constantes investigaciones no se pudo determinar el destino de la tripulación, la investigación se cerró a finales de 1.922. Hay quienes afirman que la nave atravesó el triángulo de las bermudas quedando los marineros atrapados en la zona, otros hablan de un motín, así como de piratas. Lo curioso es que en fechas y lugares cercanos desaparecieron 9 embarcaciones más en las mismas condiciones, son muchos los marineros perdidos en el mar, tal vez son ellos quienes andan entre las olas capturando a sus compañeros para llevarlos a navegar eternamente en la profundidad de los mares.