El mundo vivió una fuerte conmoción después de que se publicara el libro “Vida después de la vida”, en 1975. Su autor era el prestigioso psiquiatra y filósofo Raymond Moody, y en el texto se documentaban hechos asombrosos que Moddy había recogido en las consultas con sus pacientes: había indicios concretos de que existe una vida más allá de la muerte.

El profesor Moddy presentó 150 casos de personas que habían regresado a la vida, después de que se les diagnosticara muerte clínica. El hecho como tal no era novedoso para el mundo médico. Lo que sí resultó desconcertante fue la revelación de que muchos de los que habían pasado por ese trance relataban experiencias similares. Esto abrió, por primera vez en la historia, la posibilidad de comprender qué hay después de la muerte. La polémica no se hizo esperar.

¿Qué pasa tras la muerte clínica?

De cada diez casos en los que se decreta muerte clínica, hay uno en el que aparece la vivencia de un “más allá”, sin importar la edad, el sexo, la condición social o la nacionalidad de origen. Moddy logró definir nueve etapas y comprobó que algunos de sus pacientes las experimentaban completas, mientras que otros solo pasaban por unas cuantas.

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Según los relatos, las nueve experiencias que se producen después de la muerte clínica son:

  1. Captación de un sonido, muy similar al de un zumbido.
  2. Una profunda sensación de paz, en donde desaparece el dolor y el miedo.
  3. Se produce la sensación de que el espíritu se separa del cuerpo y que se puede observar la escena en donde se produjo la muerte y además escuchar todo lo que se dice alrededor.
  4. Se visualiza un túnel y se tiene la sensación de estar viajando a través de él. Muchos reportan haber visto una fuerte luz al final de esa oscuridad.
  5. Se experimenta una sensación de ascenso hacia un lugar extraordinario que muchos definen como “el cielo”.
  6. Aparecen personas queridas que ya han fallecido, o a veces extraños que actúan como una especie de guías.
  7. Se presenta un ser luminoso e indescriptible que embriaga de felicidad y de sentimientos de amor a quien ha muerto.
  8. Aparecen imágenes de la vida, como si fuese una película o una sucesión de fotografías. Es como si se hiciera una recapitulación de todo.
  9. Se experimenta un fuerte deseo de no volver al cuerpo.

Después de presentar estos hallazgos, comenzaron a aparecer miles de personas en todo el mundo que aseguraban haber pasado por una experiencia similar. Muchos de ellos habían callado por temor a ser tildados de dementes.

La polémica

Los científicos más escépticos han respondido a estos testimonios con teorías que intentan explicar el fenómeno desde el punto de vista fisiológico. Para el doctor Dick Swaab, de la Universidad de Ámsterdam, estas “Experiencias Cercanas a la Muerte”, o ECM, son fruto de una anomalía cerebral que se presenta al momento de perder los signos vitales.

Según sus investigaciones, la visión de la luz al final del túnel obedece a una falta de irrigación sanguínea en el globo ocular.  La sensación de flotar correspondería a la insuficiencia de oxígeno en la zona del giro angular del cerebro, que afecta el equilibrio.

En un estudio con ratas, realizado en la Universidad de Michigan, se pudo comprobar que durante el tránsito de la vida a la muerte se presenta una activación inusual de todas las funciones del cerebro. Eso podría explicar la multitud de sensaciones que se experimentan y que involucran memoria, emociones y sensaciones físicas. El profesor Jason Braithwaite, de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, dijo que antes de morir se produce algo así como “el último hurra del cerebro”.

Ninguno de esos estudios es concluyente y sus resultados son hasta el momento puramente teóricas. Si estas tesis fueran completamente ciertas, todos los seres humanos que pasan por la experiencia de “volver a la vida” reportarían exactamente las mismas experiencias. Pero, como lo dijo en su momento Mood, solamente uno de cada diez lo hace.

Esas teorías tampoco son capaces de explicar casos como los reportados por el doctor Pim van Lommel, quien estudia el fenómeno desde hace quince años en varias universidades y hospitales de Holanda. Van Lommel habló del caso de un hombre que durante su paso por esta experiencia dijo haber visto a un hombre desconocido que se presentó como su padre, pero que él jamás había visto. Luego se pudo comprobar que la madre le había ocultado el hecho de que era un hijo extramarital y le mostró una fotografía de su verdadero padre, la cual correspondía con la persona que el hombre había visto durante su experiencia de muerte.

Lo único que se puede decir es que hasta el momento no existe una explicación definitiva para este fenómeno. Lo que sí es cierto es que quienes vuelven de la muerte asumen una actitud diferente frente a la vida. Se vuelven más espirituales, más generosos y tratan de aprovechar de la mejor manera cada instante.