Canterville es un castillo que debe su nombre a la familia que lo poseía originariamente; ubicado en una hermosa campiña inglesa, a siete millas de Ascot, se encuentran los ostentosos muros que conforman el castillo, en donde desde el año 1.574 se encuentra en pena el fantasma de Sir Simon de Canterville, quien en vida asesinó a su esposa, Lady Leonor de Canterville en 1.565 dentro del salón destinado a la biblioteca del castillo bajo la mera excusa de que ella no poseía gran belleza ni habilidades culinarias. Nueve años después del asesinato de su esposa los  cuñados de Sir Simon, a manera de represalia por la muerte de su hermana, lo encadenaron en el sótano del castillo en donde murió de hambre y nunca nadie consiguió sus restos.

Pero su tortura no terminó allí, sus terribles actos en vida s lo condenaron a vagar por la eternidad dentro de los límites del castillo.

            El fantasma de Sir Simon se ha dedicado desde su inicio a atemorizar a todos aquellos que habiten el recinto incluyendo a la servidumbre, apareciendo de noche por los oscuros pasillos o de día cuando nadie lo espera, arrastrando las cadenas con las que fue atado hasta su muerte, las cuales emiten un sonido terrorífico que paraliza del susto a todo aquél que lo escucha, llevando incluso a la muerte a algunos de ellos también.

La familia Canterville, principalmente las doncellas y parte de la servidumbre decidieron abandonar el castillo debido a las constantes y espeluznantes apariciones del fantasma, que había provocado ataques nerviosos e insomnio a la mayoría de las personas que habían presenciado sus apariciones, entre ellos el cura de la parroquia a quien le apagó la luz de una vela con un frío soplo de su espeluznante aliento.

Cuentan las historias, que cada vez que el fantasma hace acto de presencia es porque alguno de los miembros de la familia Canterville está a punto de morir. Es uno de los espectros más famosos de Inglaterra por lo que tanto niños como adultos tiemblan al escucharlo nombrar. A finales del siglo XIX en 1.887 el escritor irlandés Oscar Wilde le dio vida al fantasma de Sir Simon de Canterville al escribir un cuento sobre la presencia del mencionado ente en la mansión familiar. Según el cuento el espíritu de Canterville Chase, cayó en una terrible depresión al intentar espantar innumerables veces a una familia neoyorquina que decidió comprar el castillo 300 años después de su muerte.

Los recién llegados neoyorquinos al ver aparecer el espectro de Sir Simon ni siquiera se inmutaban. Después de tantos años de ser el motivo del terror de muchos, el alma en pena de Sir Simon Canterville decide tomar medidas